jueves, 17 de febrero de 2011

Un millón de mujeres dicen no a Berlusconi y al machismo



Reproducimos nota EL Pais.com

La multitud guarda un minuto y medio de silencio. De repente se oye un grito: "Si no ahora, ¿cuándo?". Y la plaza del Popolo, completamente llena, de mujeres sobre todo, pero también de hombres, estalla en una sola voz: "¡Ahora, ahora, ahora!". El grito no solo se ha oído en Roma. Convocadas por diversas asociaciones feministas, últimos reductos de un pasado más activo y eficaz, cientos de miles de italianas (e italianos) se han echado este domingo a las calles de 230 ciudades, pequeñas medianas y grandes. La movilización se ha extendido a otros 50 lugares del planeta, de Tokio a Madrid, Atenas, Ámsterdam, Nueva York o Honolulu.
En Milán, bajo la lluvia, miles de manifestantes han llevado bufandas blancas en señal de solidaridad con los menores. Y en Roma, donde se ha vivido la marcha más larga y numerosa, había monjas y estudiantes, abuelas con sus nietas, militantes de la izquierda, sindicalistas y también funcionarias, escolares. Al acabar la concentración de la plaza del Popolo, un grupo de manifestantes se ha dirigido hacia las puertas del Parlamento. Pero no se han registrado incidentes.
El caso Ruby, en el que Berlusconi está en espera de ser enviado a juicio por cohecho y prostitución de menores, ha generado un encendido debate sobre la condición de la mujer en Italia, un país que encabeza las listas europeas de desempleo femenino y de muertes por violencia machista.
Pero las protestas, aunque han sido apoyadas por todos los partidos de oposición, intentan ir más allá de la habitual oposición a Berlusconi. Las mujeres denuncian "un sistema de poder transversal, machista y misógino, un modelo social y mediático que prima la aparición en televisión y la venta del cuerpo sobre la formación, el pensamiento y el trabajo", según explica Shukri Said, secretaria de la asociación Migrare.
Vivimos en un país de rodillas, con una clase dirigente podrida, hecha de fantoches sin credibilidad", prosigue. "Estos hombres intentan decirnos ahora que corromper a los menores con dinero es solo un hecho privado. Que presionar a la policía para soltar a una menor es lo normal, y que le atacamos porque somos puritanos. Eso sí es relativismo, y no el que preocupa al Papa". "El berlusconismo es una patología porque considera que todo es comprable. Las mujeres debemos acabar con este sistema cancerígeno. Son las madres italianas quienes deben acabar con esa incultura que cree lícita cualquier ignominia para trepar, incluso entregar a sus vírgenes al dragón".

Las mujeres italianas finalmente dijeron basta y salieron a defender su dignidad. La violencia de género y la discriminación golpea a las mujeres de todo el mundo. Como lo demuestra esta lucha, la opresión de la cuál somos víctimas, se refuerza desde los gobernantes de turno, que no toman en cuanta la problemática de género, siendo cómplices por acción u omisión de esta realidad.
Esta multitudinaria manifestación contra el machismo y la sociedad patriarcal, es un excelente ejemplo del camino de lucha hacia la liberación que todas nosotras debemos protagonizar, empezando por nuestro entorno y llegando cada vez más lejos.

Alcemos la voz Mujeres de Derecho, Mujeres Argentinas, Mujeres del Mundo!

lunes, 7 de febrero de 2011

El siniestro negocio de la esclavitud sexual


BANDA DEL RIO SALI, Tucumán.- Es un día cualquiera en casa de don Mario..Son siete hijos y una nieta de dos años, la que les dejó Teresa, la hija de 16 que fue rescatada de un cabaret de La Rioja donde la tenían cautiva y la obligaban a prostituirse.
A Teresa los recuerdos la abruman, los gritos de las primeras violaciones, el sudor hediondo de esos cuerpos, las palizas y empujones para forzarla a que se drogara, las luces de neón, ese "mi amor" edulcorado que aprendió a decir a fuerza de tormentos, la amiga que la entregó a una red de explotación sexual. Un año y medio soportó esa esclavitud. A veces no aguanta y se va por ahí, sin rumbo, por varios días.
"Volvió rebelde Teresa, contesta mal. Viene y me deja a la changuita, ¿ha visto? A veces se queda sentada en la cama y llora, llora mucho", dice su padre, de 48 años mal llevados. Yo le digo "qué le anda pasando mi hija" y ella callada".
Teresa nunca le quiso contar lo que pasó en La Rioja, pero él sabe. "Los hombres somos muy hijoeputas", dice, y entonces habla también de las malas juntas, de aquélla que parecía una amiga y la entregó.
Porque hubo una visita de aquella muchacha, la única que hizo, en la que -piensan ahora- habrá tomado nota, seguramente, de las chapas hirvientes de la casilla, de esa beba recién nacida y de la pobreza que, tal vez, quién sabe, ahogaba a Teresa. Habrá pensado que sería fácil sacar una tajada de esas necesidades: le ofreció un trabajo cama adentro en Catamarca, pero la llevó engañada a La Rioja.
Allí la tuvieron encerrada en una casa y después la llevaron al prostíbulo. Teresa tenía entonces 14 años y los proxenetas amenazaban con matar a su beba recién nacida si no hacía lo que le exigían: había caído víctima de una de las muchas mafias de trata de personas con fines de explotación sexual que operan en la Argentina, un negocio cuya dimensión no refleja ninguna estadística oficial, pero que, según los investigadores, no deja de crecer.
Según la la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), en las investigaciones judiciales aparecen implicados "en forma recurrente, funcionarios públicos y políticos".
Esos informes denuncian que el negocio mundial de la trata de personas genera ganancias por 32.000 millones de dólares al año y que ya se ubica en el tercer lugar de un siniestro ranking internacional encabezado por la venta de armas y el comercio de drogas. Esos mismos informes indican que 5000 pesos es la cifra más alta que se pagó en la Argentina por una esclava sexual y 150 pesos el monto menor para explotarlas de por vida.
El caso de Teresa es un ejemplo claro del modus operandi de estas mafias, que cuentan con aceitados mecanismos en los que se integran actores primarios y secundarios. Entre los primeros, los investigadores identifican a los "reclutadores", hombres o mujeres cuya función es captar a las mujeres para los prostíbulos a través del engaño o el secuestro. Cobran comisiones de entre 100 y 500 pesos, dependiendo de la "calidad" de la víctima, y casi siempre trabajan con "marcadores", que suelen ser taxistas, peluqueras o vendedores ambulantes que, a su vez, cobran unos 50 pesos por el dato de alguna joven con el perfil buscado.
El circuito se completa con los proxenetas ("maridos" o "madames"), que obtienen sus ganancias mediante la explotación sexual de una o más mujeres de “su propiedad” y los regentes de los prostíbulos, que son los dueños o administradores de los locales, aunque estos últimos también pueden ser proxenetas.
Los tratantes secundarios, no menos importantes, son los que aportan la protección necesaria para que todo el engranaje funcione.
El primer tramo de sometimiento que ejercen los rufianes con las mujeres."Las llevan a un hotel o casa, ahí las someten a las primeras violaciones para prostituirlas. Las que menos resistencia oponen, por miedo, por las amenazas, son trasladadas hacia las grandes ciudades. Las que más se resisten, van a los burdeles que están a los costados de las rutas. Se aprovechan de la falta de contención de las chicas, a las que convencen con promesas de tapas de revistas o castings".

Batalla personal
A Teresa la rescató la División Especial de Trata de Personas de la policía de Tucumán, creada en julio pasado a instancias de Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, una joven tucumana que fue secuestrada el 3 de abril de 2002 y que, se sospecha, habría sido vendida en 2000 pesos a una de estas redes.
Pero este caso también se volvió emblemático por la batalla personal que Trimarco viene librando en la búsqueda de su hija, esta mujer llegó a infiltrarse en las mafias como prostituta, ayudó a liberar a más de 140 jovencitas y llegó a conocer como pocos el funcionamiento interno de estas mafias.
"Las tienen marcadas, no eligen a cualquiera. Les pegan tanto... les ponen el revólver en la cola, en la boca; las queman con cigarrillos, las violan, y de esa forma las van sometiendo", dice,en la sede de la Fundación María de los Angeles contra la Trata de Personas. Pero ese es sólo el comienzo, afirma: "Después las maquillan, les tiñen el pelo, les ponen lentes de contacto para cambiar su aspecto; las hacen adictas y las obligan a venderle drogas al cliente".
La realidad es que son muy pocas jovencitas las que son rescatadas o logran escapar. Lo que hay que entender es que la muerte es el final del camino para la gran mayoría de estas niñas, no hay cuerpito que aguante...



Fuente: www. lanacion.com.ar

jueves, 3 de febrero de 2011

Aumentan los casos de asesinatos de mujeres por quemaduras


Dos mujeres murieron quemadas esta semana y una tercera está en grave estado tras ser rociadas con alcohol y prendidas fuego presuntamente por sus parejas, en una modalidad de asesinatos de mujeres que viene en aumento en el país.

"De 260 mujeres y niñas que fueron asesinadas en 2010, once de ellas fueron incineradas, con un incremento del 10% respecto al año anterior", dijo este sábado Fabiana Tuñez, de la ONG La Casa del Encuentro, que se ocupa de la violencia de género.
Una joven de 23 años que había resultado con quemaduras en el 50% de su cuerpo el martes tras ser rociada con alcohol y prendida fuego en medio de una discusión con su pareja, murió este sábado después de una agonía de cuatro días, informó la policía.
Su caso se suma al de otra mujer de 32 años muerta el viernes tras resultar quemada en el 70% de su cuerpo luego de ser prendida fuego presuntamente por su pareja en un barrio del sur de la capital.
Una tercera víctima está grave tras ser rociada y prendida fuego por su marido frente a sus dos pequeños hijos el viernes en Wilde, informó la policía.
"Hay un incremento general de la violencia hacia las mujeres, en lo que va del año ya tenemos varias víctimas por incineramiento", precisó Tuñez quien reclamó un reencuadramiento legal para estos casos.
"La justicia demora la investigación esperando que la víctima pueda declarar, entonces la orden de allanamiento del lugar donde se produjo el hecho demora demasiado tiempo, dándole la posibilidad al agresor de modificar la escena del crimen", dijo.
Además "la mayoría de las mujeres incineradas nunca pueden llegar a declarar y el femicidio queda impune con la excusa siempre de que fue un accidente", explicó.

Para evitar estas situaciones la ONG reclama que el femicidio "sea una figura penal autónoma, con el antecedente de que ya existe en Guatemala, Costa Rica y recientemente en Chile", señaló.