8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer.

Este año se cumplen 100 años del Congreso Socialista en Copenague, en donde se declaró al 8 de marzo Día Internacional de la Mujer.

A partir de ese momento se transformó en una jornada de lucha por las reivindicaciones propias de la mujer en todo el mundo. Marchas y actos recorren las plazas y calles en cada rincón, y la voz de las mujeres se escucha con fuerza en cada país.

Hoy, en la Argentina, a las mujeres nos golpea más que nunca la política de los K. Porque la plata no alcanza y alimentar bien a nuestros hijos y mandarlos a la escuela se hace insostenible. Los precios de la carne, la fruta, la verdura están por los cielos… ¿Qué les damos de comer? Para mandarlos a la escuela nos encontramos con aumentos en cada uno de los productos de la canasta escolar; necesitamos gastar por lo menos $200 en cada hijo o nos quieren hacer creer que hay útiles baratos cuando sabemos que son lápices que no dibujan, pinturitas que no pintan y hojas casi transparentes…

Hoy, en la Argentina, las mujeres soportamos sobre nuestros hombros los despidos y los bajos salarios. Somos parte del contingente que quedó desocupado y somos a las que más castiga la precarización laboral, el trabajo en negro y los salarios de hambre.

Por otra parte, producto de la miseria y de las condiciones de vida que tenemos nosotras y nuestras familias, también se agravan las situaciones de violencia, los golpes y el maltrato. Crece la oferta para que engrosemos el comercio de la prostitución y el engaño que hace que miles de jóvenes mujeres pasen a aumentar el negocio de trata de personas.

Hoy, en la Argentina, somos parte de los trabajadores que se desloman por mantener el sistema de salud y educación públicas; por eso salimos a defenderlo y a luchar por aumentos de presupuestos que garanticen la salud y la educación de millones.

Hoy, en la Argentina, se han agravado todas las condiciones de opresión de las mujeres. Por eso estamos a la cabeza y somos verdaderas protagonistas de las principales luchas obreras que conmovieron al país, como la de Terrabusi, los cortes y luchas en el campo, entre otras.

Hoy, en la Argentina, en la calle, vamos a movilizarnos un nuevo 8 de marzo, para que se escuche fuerte nuestra voz, avanzando en el camino por nuestra liberación y la del pueblo en su conjunto.