martes, 6 de marzo de 2012

La reivindicación de la igualdad de la mujer y el movimiento obrero.


El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, no como un día festivo sino de homenaje a las trabajadoras que desde principios del siglo XX protagonizaron las luchas por la organización del movimiento obrero y por sus reivindicaciones de clase y de género.

Las condiciones de trabajo en aquel entonces eran tremendamente duras para todos los trabajadores pero para las mujeres eran aun más agotadoras, porque sumaban las tareas del hogar y el cuidado de sus hijos luego de 12 o 16 horas de trabajo. Dice la historia que en los talleres textiles de Nueva York de la época, colgaba un cartel que decía “Si no viene el domingo, ni piense en regresar el lunes”.
En aquel entonces, las mujeres se organizaban para exigir el descanso dominical, 10 horas de trabajo y salario igual al de los varones. También derechos sociales y participación política reivindicando el derecho al voto.
Mucha sangre de hombres y mujeres corrió por las calles en todo el mundo hasta conquistar esos derechos. Durante la primera mitad del siglo, también en la Argentina hicieron falta combates encarnizados para poder lograr derechos laborales, sociales y políticos para el movimiento obrero en general y para las mujeres en particular.
Luchar por cambiar, estas condiciones de vida y de trabajo de las mujeres, es parte de la lucha sindical, política e ideológica, contra la explotación de clase y la opresión de género que la refuerza.

Proclamación del día internacional de la Mujer Trabajadora

En agosto de 1910 la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres.

El incendio en la fábrica de camisas Triangle de Nueva York

El 25 de marzo de 1911 más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico incendio en la fábrica de camisas Triagle Shirtwaist de Nueva York, algunas por quemaduras provocadas por el fuego, otras por la inhalación de humo, o por caídas que produjeron su muerte.
La tragedia se debió a la imposibilidad de salir del edificio incendiado y en llamas ya que los responsables de la fábrica de camisas habían cerrado todas las puertas de las escaleras y salidas, una práctica común para evitar robos y altercados. Muchas de las trabajadoras que no pudieron escapar del edificio en llamas saltaron desde los pisos octavo, noveno y décimo a las calles.
Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos , y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.


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